El exministro griego de finanzas e impulsor de DIEM 25, un programa semejante al ‘Plan B’ anti austeridad para Europa que se celebra este fin de semana en Madrid, asegura en
una entrevista con ‘Público’ que ahora es imposible negociar con el Eurogrupo o la Comisión Europea, y que solo un Gobierno progresista con la participación de Podemos “puede forzar a Bruselas a cambiar de políticas”.
¿Qué opina de la corrupción en España? No creo que todos debamos ser juez y jurado en casos de corrupción y de criminalidad. Me gustaría mucho pensar que la justicia española hará su trabajo al respecto, pero no estoy cualificado para opinar.
¿Y en lo que respecta a la dimensión económica? El señor Rajoy ha jugado un papel muy negativo en lo que respecta a los intereses de los españoles. Lo hizo aceptando políticas que básicamente han servido para empujar a España hacia un estado de profunda recesión a largo plazo, mientras lo presentaban como una historia de éxito. Eso ha permitido que el Gobierno de Madrid, el de Berlín y la Troika hayan puesto a España como el alumno de éxito para propagar este tipo de recesión a otros países europeos. El Gobierno de Rajoy ha sido uno de los perpetuadores de esta innecesaria recesión que está fragmentando la UE.
¿Puede haber un Gobierno español que marque un cambio de rumbo? Por supuesto. Claro que se puede. Son los españoles quienes lo deciden, es lo bonito de la democracia. Espero que pronto haya un gobierno que vaya a Bruselas a renegociar en beneficio de España y de todos. No se puede seguir con estas reglas, no es algo que sea difícil, es imposible. Por muy bueno que sea como matemático o geometrista no podré encontrar la cuadratura del círculo. Intentar mejorar estas reglas para sacar a España de la crisis no funciona. Necesitáis un Gobierno que vaya a Bruselas y diga: chicos, estas reglas no funcionan, desarrollemos otras.
¿Que debería hacer Podemos de cara a las negociaciones para formar gobierno? ¿Cree que ellos sí pueden decir ‘no’ a la Troika? Estoy seguro de que pueden. Estoy seguro de que lo harán, confío en ello. Pero lo importante no es sólo decir no, no somos personas negativas. Somos positivos, queremos un cambio positivo, queremos que las cosas mejoren. España está en una situación de fracaso absoluto. Este país es muy productivo, no debería encontrarse donde está hoy. Y es crucial para Podemos y para todas las fuerzas progresistas españolas viajar a Bruselas para renegociar las reglas.
¿Deben seguir negociando con el PSOE? No voy a entrar en detalles de las negociaciones ni en las potenciales alianzas, porque creo que ese es el trabajo de los españoles. Lo que creo fundamental es salvaguardar la democracia. Esto significa asegurarse de que el próximo Gobierno, especialmente si es un gobierno de progreso, no se limite a mantener la agenda de Rajoy, porque eso supondría un fuerte golpe contra la democracia española. Los ciudadanos podrían preguntarse: ‘Si votemos a quien votemos todo sigue igual, ¿para qué votar?’.
Si Podemos logra gobernar, ¿favorecerá esto que DIEM 25 logre sus objetivos? ¿Qué pasará si su iniciativa fracasa? Los críticos podrían decir que Europa ha funcionado así durante muchos años, que todo sigue igual. Lo peor que nos puede pasar, a mí como individuo y a los movimientos democráticos europeos, es que Podemos llegue al poder y no haga ningún cambio. Idealmente, debería formarse un nuevo Gobierno que incluya a Podemos y a otras fuerzas progresistas que fuercen al esclerótico, irracional y autoritario régimen de Bruselas y Frankfurt a adoptar nuevos parámetros y políticas que sean mejores para todos. Esto es lo que la democracia necesita. Si Podemos no lo hace en España, y espero y confío en que lo haga, alguien lo hará, porque es una necesidad histórica.
¿Qué pasará si no lo hacen? En muchas ocasiones ha reconocido que alberga pesimismo con respecto a las posibilidades de éxito, que esta idea no deja de ser una utopía. ¿Queréis recordar lo que pasó a partir de 1936 en España? Las Brigadas Internacionales y los movimientos democráticos de todo el mundo vinieron a ayudar a España, a ayudar a Europa. Y al final, los demócratas europeos perdimos la batalla y acabamos en una distopía. Esto es algo que seguirá sobre la mesa a no ser que nos movilicemos, que tengamos el éxito que no tuvieron las Brigadas Internacionales.