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- El particular 'homenaje a la mujer española' con una novillada en Astorga
- El perro que ayudaba a las gatas a parir
- Mujer, si no quieres que te violen, cómprate un silbato
- Jugando (literalmente) con fuego
- Las gafas (de sol), ese oscuro objeto del deseo
- Patos al agua, el maltrato de unas aves en Roses que podría llegar a su fin
- Tiempos de coleccionar silencios
El particular 'homenaje a la mujer española' con una novillada en Astorga
Posted: 18 Aug 2015 11:02 PM PDT
Si una mujer va a los toros acompañada de otra persona, su entrada será gratuita. Este el 'homenaje a la mujer española' promovido por el Ayuntamiento de Astorga, en León. Así reza en el cartel anunciador de una novillada con picadores durante las fiestas que se celebrarán el próximo fin de semana. Como colofón, para reflejar a esa 'mujer española, el cartel muestra la figura de una señora vestida de sevillana, ese traje tan típico en el Estado español. "Todos sabemos que el traje típico de Astorga y comarca, como del resto de León, incluso Aragón, Extremadura y Valencia es el vestido sevillano", se lee en la web que ha denunciado tamaño esperpento. |
El perro que ayudaba a las gatas a parir
Posted: 18 Aug 2015 10:00 PM PDT
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Mujer, si no quieres que te violen, cómprate un silbato
Posted: 18 Aug 2015 01:30 PM PDT
La violencia machista ha estallado estos meses de verano llenando el país de mujeres asesinadas porque hay muchos mostrencos que las siguen considerando propiedad privada. Con su política, el Gobierno de Rajoy es el principal responsable de que este escenario se repita con tanta violencia. Hace ahora un año, el Ministerio del Interior publicaba en su web una serie de recomendaciones a las mujeres para evitar ser violadas y que es oportuno recordar para comprender la mentalidad que existe aún en amplios sectores de la sociedad española. "Si se ve obligada a transitar habitualmente por zonas oscuras y solitarias, procure cambiar su itinerario. En otros países se utilizan silbatos para ahuyentar al delincuente. Considere la posibilidad de adquirir uno". Esta es una de las recomendaciones que hace el Ministerio del Interior a las mujeres para defenderse de los violadores. La mujer no puede estar tranquila ni en su propia casa. Según el documento de Interior, "si vive usted sola, no ponga su nombre de pila en el buzón de correos, sólo la inicial... Eche las cortinas al anochecer para evitar miradas indiscretas. Tenga encendidas las luces de dos o más habitaciones para aparentar la presencia de dos o más personas en el domicilio". También las conductoras tienen que tener cuidado. Por ello, "antes de aparcar su vehículo mire a su alrededor, por si percibiera la presencia de personas sospechosas. Haga lo mismo cuando se disponga a utilizar su coche. Antes de entrar, observe su interior. Podría encontrarse algún intruso agazapado en la parte trasera", señala el escrito. El extrarradio, los descampados y las calles solitarias no son nada aconsejables para la mujer, vaya sola o acompañada: "No pasee por descampados ni calles solitarias, sobre todo de noche, ni sola ni acompañada. Si se ve obligada a transitar habitualmente por zonas oscuras y solitarias, procure cambiar su itinerario. En otros países se utilizan silbatos para ahuyentar al delincuente. Considere la posibilidad de adquirir uno. Evite permanecer de noche en un vehículo estacionado en descampados, parques o extrarradios", aconseja Interior. Si a pesar de todas las precauciones se topa con un violador, el documento le aconseja que "procure entablar conversación con el presunto violador con objeto de disuadirle y ganar tiempo en espera de una circunstancia que pueda favorecer la llegada de auxilio o permitir su huida". Todos los consejos apuntan a extender el miedo entre las mujeres, aunque quizá lo más grave es que el documento presenta a la mujer como "vulnerable" e incapaz de defenderse de una agresión por el solo hecho de ser mujer, según señalan colectivos feministas, que también califican algunos consejos como impresentables. Denuncian que el escrito acepta entre líneas que una mujer sola por la calle está poco menos que 'provocando' para que la violen, lo que recuerda a aquello de que se visten como putas y luego pasa lo que pasa. |
Jugando (literalmente) con fuego
Posted: 18 Aug 2015 01:07 PM PDT
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Las gafas (de sol), ese oscuro objeto del deseo
Posted: 18 Aug 2015 10:02 AM PDT
Si uno puede enamorarse de un objeto, ese objeto son unas gafas de sol, llenas de secretos, y capaces de volverte invisible. Te agrada pensar que no necesitas nada más que unos cristales oscuros para sobrevivir a las adversidades que arrastra el verano (Juan Tallón) Si tuviese que elegir un solo objeto, porque sin él no existirían los veranos, y la vida sería un poco más horrible, elegiría las gafas de sol. ¿Qué hay más bello, profundo y sofisticado? A través de ellas el mundo se vuelve insignificante, y tú (es un misterio, pero ocurre) infinitamente más poderoso. Te hacen creer que eres inexpugnable. Aglutinan tantas evocaciones que podrías redactar tu autobiografía sólo recordando todas las que has tenido en cada etapa de tu vida. En tus gafas de sol están escritos tus veranos, con sus tramas y metáforas: las fiestas, el sexo, las resacas, el desamor, los coches, los bares, los entierros, las lecturas en la playa, las canciones favoritas… En secreto, sabemos que no usamos las gafas porque el sol nos moleste, sino porque la oscuridad nos hace bien, como a Audrey Hepburn frente a Tiffany’s, cuando al amanecer saca un bollo y un café de una bolsa y mira con nostalgia los diamantes del escaparate, tras unas oscuras y enormes Oliver Goldsmith, de las que aún vivimos enamorados. Al usar gafas se construye un anonimato que impide el paso de la atroz realidad. No son unas simples gafas, sino instrucciones para guiarse por los días soleados y hoscos. Te agrada pensar que no necesitas nada más que unos cristales oscuros para sobrevivir a las adversidades que arrastra el verano. En 1943 Life publicó una foto de William Faulkner en la que posaba medio desnudo, a pleno sol, con su máquina de escribir. Fumaba y vestía pantalones cortos y calcetines de invierno, y, por supuesto, llevaba puestas unas gafas de sol. Tenía lo imprescindible para dedicarse a la literatura. Cualquier elemento añadido sería ornamental y fatuo. Si uno puede enamorarse de un objeto, ese objeto son unas gafas de sol, llenas de secretos, y capaces de volverte invisible. El verano comienza cuando después de varios meses de cielos nublados y lluvias, un día sale el sol y te pones tus Ray-Ban. Qué importa que sea abril. Amas lo que te hacen sentir. Son sencillas, pero intrigantes. Irradian poder y felicidad. Atraen. Las llevarías puestas siempre. En especial los días helados y grises, sin sol. En el fondo, también son ropa de abrigo. Les llaman gafas de sol, pero son para la lluvia, y para la noche, y para la biblioteca... Si no te importase que te mirasen como a un imbécil, dormirías, irías a misa, follarías con gafas de sol, y el día de tu entierro, en el ataúd, llevarías unas Wayfarer. |
Patos al agua, el maltrato de unas aves en Roses que podría llegar a su fin
Posted: 18 Aug 2015 05:01 AM PDT
Tras las continuas protestas de entidades animalistas, el Ayuntamiento de Roses, Girona, celebrará el próximo año una consulta popular entre los vecinos sobre la continuidad o no de la suelta de patos en el agua del mar, lo que se conoce como 'empaitada d'anecs', para que la gente los capture, con el consiguiente estrés que genera entre las aves. La edición de este año, celebrada el pasado domingo, ha estado marcada por un vídeo en el que se ve a una mujer golpeando con un pato la cámara de un activista a favor de los derechos de los animales, lo que ha generado una oleada de indignación en las redes sociales. La 'empaitada d'ànecs' es una tradición de Roses que consiste en lanzar 50 patos al mar para que sean atrapadas por los bañistas, que reciben un premio a cambio. Tras la persecución, los animales regresan a sus jaulas vivos, pero aún así esta actividad es criticada por las asociaciones protectoras de animales, porque consideran que se maltrata a las aves. El pasado domingo, un grupo de activistas y numerosos periodistas acudieron a presenciar la 'empaitada', que se celebró entre las protestas de los animalistas. El ayuntamiento de Roses tiene previsto celebrar una consulta popular el próximo año para decidir si se continúa permitiendo esa fiesta. Los animalistas han iniciado una recogida de firmas para que se elimine la 'empaitada'. |
Tiempos de coleccionar silencios
Posted: 18 Aug 2015 02:50 AM PDT
El silencio era indisociable de las salas de cine, de los espacios de lectura, de los juegos solitarios, de la noche. Era el tiempo de la ensoñación, de la espera de lo inesperado, el tiempo de atender las otras voces del mundo: las voces de los aventureros, de los locos, las voces de los héroes y de los perseguidos (Gustavo Martín Garzo)
La noticia habla de una biblioteca de Helsinki que a conseguido multiplicar en poco tiempo el número de sus usuarios. Kari Lämsä, su director, pensó que para conseguirlo tenía que cambiar el concepto de una biblioteca seria y aburrida, lo más parecido a un inmenso almacén alejado de la vida, por otra más participativa y alegre. Su proyecto se ha transformado en un modelo a seguir por otras bibliotecas estatales de Finlandia. Y es que en esas bibliotecas no solo se va a leer, se puede bailar, coser a máquina, dormir la siesta y asistir a conciertos. Nada que ver, sigue contándonos la noticia, con esas bibliotecas de siempre cuya quietud y solemnidad recuerdan el interior de los conventos y las iglesias.
¿Tiene sentido esto o nos estamos volviendo locos? Lämsä afirma que la razón de su éxito es haber creado una biblioteca refractaria al silencio. Pero ¿se puede leer sin silencio, sin quietud? Aún más, ¿uno de los problemas más graves de nuestra época no es nuestra incapacidad creciente para permanecer en silencio? No digo que esté mal que la gente baile, cosa a máquina, acuda a conciertos o a clases de cocina, pero ¿una biblioteca es el lugar para hacerlo?
Nadie duda que el libro esté sufriendo una profunda crisis. Los profesionales del sector hablan sin cesar sobre qué hacer para resolverla, y nadie ha dado con la solución a un problema que más que con el libro en sí tiene que ver con el tipo de sociedad y el mundo que hemos creado. Nadie lee poesía, la novela se ha transformado, en el mejor de los casos, en un mero vehículo de entretenimiento, los teatros sobreviven con dificultad, y el cine trata de conjurar el lacerante espectáculo de sus salas vacías inclinándose cada vez más al espectáculo audiovisual.
¿Y qué decir de la cultura misma? Ha hecho tabula rasa de todo aquello que alimentó durante siglos los sueños y los pensamientos de los hombres. ¿Alguien lee hoy en día la Odisea o la Ilíada, el Amadís de Gaula o los preciosos sermones de san Bernardo, “Miel en la boca, cántico en el oído, júbilo en el corazón”, así decía el monje cisterciense que debían ser las palabras que se elevaban a Dios. ¿Qué ha pasado en nuestro tiempo para que sintamos un desinterés tan absoluto por lo que hicieron y pensaron los hombres y mujeres que nos precedieron? No es extraño que seres inquietos como Kari Lämsä hagan malabarismo para conjurar esta dolorosa desmemoria. Las nuevas bibliotecas ya no son iglesias, proclaman. Pero ¿es tan malo que se les parezcan un poco?
A los niños y niñas de mi generación se les enseñaba a respetar el silencio. No podíamos hablar en las capillas, en las salas de estudio, cuando venían las visitas. El silencio era indisociable de las salas de cine, de los espacios de lectura, de los juegos solitarios, de la noche. Era el tiempo de la ensoñación, de la espera de lo inesperado, el tiempo de atender las otras voces del mundo: las voces de los aventureros, de los locos, las voces de los héroes y de los perseguidos.
El personaje de un cuento de Heinrich Böll se dedica a coleccionar silencios. Le ha tocado vivir en una época y en un país terrible, la Alemania de después de la guerra, y trabaja en la radio. Una de sus tareas es preparar las cintas grabadas para su emisión. Él debe revisarlas, y hacer cortes, para evitar las pausas innecesarias. Pero no tira esos trozos, los guarda en una caja con la intención de volver a unirlos un día y obtener así una cinta en que lo único que se oiga es el silencio.
La hermosa parábola no ha perdido su vigencia, pues no creo que haya existido un tiempo en que el silencio esté más desvalorizado que hoy. Los medios de comunicación han transformado al hombre contemporáneo en un ser cada vez más parlanchín y desinhibido, que no tiene problemas en opinar sobre lo primero que se le ponga a tiro. ¿Supone esto que hoy día las palabras estén más valoradas que nunca? Más bien sucede lo contrario, y pocas veces las palabras y las ideas han valido menos.
Puede que el antídoto sea actuar como el personaje del cuento de Heinrich Böll, y leer es una manera de hacerlo. ¿No consiste justo en eso la lectura: en coleccionar silencios? El silencio es el espacio de la reflexión, pero también del pudor. Por eso todos los que guardan algo valioso hablan en susurros, atentos a esas otras voces que cuentan la verdadera historia de lo que somos.
Gustavo Martín Garzo (escritor), en El País
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ANTÓNIO FONSECA
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