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Dolores Serrat, consejera de Educación de Aragón, y José Ignacio Wert, ministro del ramo |
En un sistema educativo que verdaderamente se propone formar a personas las evaluaciones tienen mucha importancia, ya sean evaluaciones del sistema en su conjunto o de cualquiera de sus partes, incluyendo, por supuesto, el grado de competencia adquirido por el alumnado en uno u otro aspecto. Pero en esto, como en muchas otras cosas, lo importante no solo está
en lo que se hace, la evaluación en este caso, sino en el
para qué se hace; qué vamos a hacer cuando conozcamos los resultados de la evaluación.
¿Para qué evaluamos?Si nos proponemos simplemente ordenar al alumnado según las calificaciones obtenidas de mayor a menor, ponemos un examen y obtendremos unos resultados y por lo tanto, podremos ordenar al alumnado. Pero, ¿para qué sirve ese orden?
Según lo que nos proponemos hacer con los resultados, deberemos hacer un tipo de evaluación u otra. Si nos proponemos formar a personas, evaluaremos para conocer cómo se están formando esas personas, qué grado de desarrollo han logrado en unos cuantos aspectos diferentes. Hay que tener en cuenta que una persona es el conjunto de muchas cosas diferentes: habilidades, capacidades, informaciones, saberes... y en muchos terrenos distintos: social, físico, comunicativo...
Así, evaluaremos para corregir lo que veamos que no se está logrando formar suficientemente bien, para reforzar lo que esté resultando más flojo y para asegurar lo que vaya resultando más sólido.
¿Qué se avalúa con la reválida de 3º de Primaria?Lo que se propone evaluar con las pruebas previstas por la LOMCE en 3º de Primaria son los resultados obtenidos por el alumnado en dos campos concretos: los de las competencias lingüística y matemática. No evalúa nada más, ni el entorno socio-cultural-económico en el que se sitúa el centro educativo, ni los programas, recursos, etc. que se están aplicando en el centro, ni siquiera la situación de partida del alumnado evaluado.
Se trata de obtener unas notas o calificaciones, teóricamente 'objetivas', al margen de cualquier otra consideración o circunstancia. Incluso se pretende dar mayor 'objetividad' a los resultados haciendo que sean personas de fuera del centro quienes 'corrijan' las pruebas.
¿Para qué van a usarse los resultados?Con los resultados obtenidos se decidirá si el alumno o la alumna debe promocionar o no, al margen de cualquier otra circunstancia (enfermedad, problemas familiares, etc.) que haya concurrido en su vida personal. También se decidirá si debe incorporarse a programas especiales, impartidos al margen de su grupo-clase, para recibir una formación diferenciada.
En resumen, el alumnado será ordenado, clasificado y separado según los resultados que haya obtenido en la prueba, que solo incluye competencias lingüísticas y matemáticas, sin tener en cuenta nada más del entorno y circunstancias de los alumnos.
También se publicarán los resultados obtenidos por el alumnado de un determinado centro globalmente. En este caso tampoco se hará consideración de las circunstancias socio-culturales-económicas del entorno en el que se sitúa el centro.
¿Qué se consigue con esta reválida?Primero: hacer que la gente crea que evaluar es poner notas en unos exámenes y que lo que importa son las calificaciones, los resultados. No importan los procesos educativos, no importa la forma en la que se aprenda ni las experiencias que se vivan mientras se 'aprende'. Lo único importante es la nota final.
Segundo: clasificar y separar al alumnado en función de la nota obtenida, tomando así decisiones muy difíciles de cambiar posteriormente, aunque en teoría se diga que se pueden reconsiderar. Este tipo de actuación a los 8 años puede ocasionar tremendas injusticias y frustrar muchos aspectos de las vidas de los niños y niñas afectadas.
Tercero: clasificar y poner mala fama a los centros cuyo alumnado obtenga bajas calificaciones, haciendo así que a esos centros acudan solo las personas que no son capaces de escapar de ellos, ya sea porque no se lo permiten los criterios de adjudicación de centro o sus propias capacidades para poder buscarse otra alternativa.
Una de las consecuencias que tendrá la aplicación de la ley Wert, aplicada con especial entusiasmo en Aragón por la consejera Serrat, es crear auténticos guetos donde solo acudirán hijos e hijas de las familias que no tienen recursos para huir de ellos.
Virgilio Marco Aparicio, profesor jubilado de Secundaria
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Las pruebas están programadas para esta semana en Primaria. Sindicatos, Marea Verde y entidades de la comunidad educativa han convocado diversas protestas contra la aplicación de la LOMCE.