El Gobierno que podría formarse tras un acuerdo entre PSOE, Podemos e IU tendría un claro ganador en el ámbito de la energía: las renovables, mientras las eléctricas podrían ver dañados sus ingresos si realmente llevan a cabo las medidas anunciadas en campaña electoral por estos partidos.
Según publica
El Periódico de la Energía, PSOE y Podemos todavía no han hablado de cómo se va a desarrollar la política energética a partir de ahora. No va a haber líneas rojas, pero sí propuestas en común. Lo primero de todo, derogar el decreto de autoconsumo. Los dos partidos ya han presentado proposiciones no de ley para que se lleve a cabo cuanto antes. Quieren legislar un autoconsumo sin impuesto al sol. Que se pague por la energía que se vierte a la red o que se consume de ella, pero no por autoconsumir, lo que significaría un importante aumento de la fotovoltaica.
Otra medida que quieren llevar a cabo ambos partidos es dar por terminado el proceso de reapertura de Garoña y cerrar la central ya de una vez por todas. Iniciar el desmantelamiento de la instalación y preparar el camino para finiquitar la energía nuclear en España. En ambos programas energéticos se habla de poner fecha de caducidad a las centrales nucleares y cerrarlas cuando cumplan los 40 años de vida.
Para suplir a la nuclear, ambas formaciones optan por dar un mayor protagonismo a las renovables. Habrá que ver de qué manera se respalda en el sistema la electricidad cuando no puedan generar las plantas de renovables por ausencia de viento o sol. ¿Ciclos combinados? Parece que no hay otra solución. Aunque siempre se podrá aumentar la capacidad de almacenamiento. Por ejemplo, con más centrales hidroeléctricas de bombeo. Además quieren regresar al antiguo régimen de retribución a las renovables.
Tanto PSOE como Podemos quieren hacer una auditoría de los costes reales del sistema eléctrico. El objetivo es acabar con los beneficios caídos del cielo que obtienen las compañías eléctricas en sus centrales nucleares e hidroeléctricas. También quieren impulsar la eficiencia energética con un plan de rehabilitación de viviendas que ayude a aminorar el gasto energético, lo que haría disminuir los ingresos de las compañías eléctricas.
Donde existen diferencias es con el carbón. Mientras Podemos es de los que opta por dar carpetazo final a las centrales térmicas y darles la oportunidad de reconvertirse, en el PSOE tienen muchas dudas y sigue manteniendo su apoyo a este tipo de energía, a pesar de ser la más contaminante de todas.