Más de tres millones de muertes prematuras al año por la contaminación del aire en grandes ciudades
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alerta por la creciente contaminación del aire en las grades zonas urbanas de todo el planeta que está matando a millones de personas, según un estudio realizado en 2.000 ciudades. El tráfico y la quema de carbón son las principales causas de esta situación, que produce casi 3,4 millones de muertes prematuras.
La mayoría de estos fallecimientos se producen en los núcleos urbanos de China (1,4 millones), seguidos de la India (645.000) y Pakistán (100.000). En Pekín, los elevados niveles de contaminación obligaron a tomar medidas a finales del pasado año, como el cierre de los colegios y guarderías. En Delhi, con nueve millones de coches en circulación, se ha impuesto este año la restricción alternativa de matrículas pares e impares para combatir unos niveles contaminación hasta el 50% superiores a lo permitido.
El problema afecta también gravemente a las ciudades europeas, donde se estima que se producen 432.000 muertes prematuras al año por la contaminación de óxidos de nitrógeno. En España, las estimaciones rondan las 27,000 muertes anuales, mientras que el Reino Unido superan las 29.000.
El número de víctimas directas o indirectas del aire contaminado puede duplicarse de aquí al 2050, conforme aumenta la población urbana y se sigue quemando carbón y madera para producir calor y energía, y petróleo para poder desplazarse.
Unas 9.000 muertes atribuibles a la mala calidad del aire se registraron el último año en Londres, que ha superado en una sola semana los límites aconsejables de contaminación recomendados por la Unión Europea (UE) en todo 2016. Así, en Oxford Street el límite se superó más de mil veces el pasado año, convirtiéndola posiblemente en la calle más contaminada de Europa.
En Madrid, las concentraciones de NO2, producido sobre todo de los tubos de escape de los vehículos diésel, superaron los límites permitidos durante varios días en diciembre pasado, por lo que el Ayuntamiento adoptó medidas restrictivas para el tráfico en la ciudad.
Los organizaciones ecologistas, además de alertar sobre el calentamiento global que origina el CO2, advierte de que las altas concentraciones de óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y partículas en suspensión convierten el aire de las ciudades en un cóctel tóxico del que nadie se libra.