Si
Podemos ha sido la mejor expresión de la crisis de identidad del PSOE
(no por casualidad llevan un año tratando de disfrazarse de nosotros),
en Reino Unido, Corbyn es la mejor expresión de la crisis de identidad
del Labour Party (Pablo Iglesias)
Resulta
sorprendente, paradójico, incluso irónico, que muchos medios comparen a
un veterano laborista como Jeremy Corbyn con nosotros. Y, sin embargo,
tienen toda la razón en hacerlo. ¿Qué puede tener en común el nuevo jefe
del viejo partido fundado por los sindicatos británicos con una
formación nacida hace año y medio en España? Básicamente una cosa: el
fracaso del social-liberalismo de la Tercera Vía.
Se dice de
Podemos que somos el partido de los indignados. No es incorrecto del
todo, pero esa explicación se queda a medias. El 15-M y el movimiento de
los indignados en España fueron la expresión social del fracaso de eso
que se llamó neoliberalismo. Aquel modo de organización política que
arrasó con las instituciones de protección social, que destruyó la
industria y los sindicatos, que produjo burbujas especulativas y que
basó el consumo en el crédito, y se reveló incapaz de presentar
soluciones aceptables cuando la crisis financiera aceleró la destrucción
de los servicios públicos y los derechos sociales empobreciendo a los
sectores medios y a la clase trabajadora.
En el momento en el que
la crisis llegó a España, el PSOE, tradicionalmente identificado con el
Estado del bienestar, estaba en el Gobierno y no supo dar ninguna
alternativa. No es que no se atreviera ya a ser socialista, es que ni
tan siquiera se atrevió a rechazar las políticas de recortes y la
austeridad planteando un mínimo programa neokeynesiano de rescate
ciudadano. José Luis Rodríguez Zapatero sencillamente se rindió ante la
crisis tomando las mismas medidas que hubiera tomado un Gobierno
conservador. Él mismo reconoció en un libro de memorias que sabía que
las medidas que iba a tomar le iban a costar las elecciones a su
partido.
Aquello contribuyó a la identificación de los dos
grandes partidos españoles como casi lo mismo, como élites políticas que
encarnaban privilegios de casta, al tiempo que decidían recortes
sociales que empobrecían a la población. La mayor expresión social de
esa desafección fue el 15-M, un movimiento cuyo principal mensaje fue su
rechazo a las élites políticas y económicas.
Podemos ha sido
quizá la expresión político-electoral de ese movimiento que, sin
embargo, no se explica sin el hecho de que nuestro Partido Socialista se
había convertido ya para muchos ciudadanos en algo muy parecido al
Partido Popular.
La historia en Reino Unido no es tan distinta.
Allí el éxito del neoliberalismo significó la derrota del laborismo y de
la clase trabajadora británica, que tuvo muchas expresiones simbólicas.
La que más me conmueve es la derrota que Thatcher infligió a los
mineros, que protagonizaron una resistencia heroica. La que más me
ofende es la puesta en marcha de la Tercera Vía de Tony Blair
(convertido en el mejor heredero de Thatcher), que hacía de la
socialdemocracia una suerte de nuevo social-liberalismo y habría de
convertirse es una referencia para todos los partidos socialistas
europeos, en particular para el español.
Si Podemos ha sido la
mejor expresión de la crisis de identidad del PSOE (no por casualidad
llevan un año tratando de disfrazarse de nosotros), en Reino Unido,
Corbyn es la mejor expresión de la crisis de identidad del Labour Party.
Podría haber ocurrido desde fuera (como en Escocia, donde los votantes
tradicionales del LP han entendido que el SNP defiende mejor los
derechos sociales), pero ha ocurrido desde dentro.
Por fin vamos a
contar con un aliado en Reino Unido con el que compartimos diagnóstico y
un proyecto de defensa de los derechos sociales mediante políticas que
combatan la desigualdad. Nuestro papel no es otro que el de ser las
fuerzas que representan a la mayoría social, a las clases populares
golpeadas por un modelo de gobernanza financiero diseñado para favorecer
a las élites financieras y a su clientela.
Cada vez son más los
socialistas que vienen con nosotros para defender la democracia, luchar
contra la austeridad y la desigualdad. Solo podemos decirles:
bienvenidos compañeros, caminemos juntos.
La campaña contra
Corbyn ha empezado ya. Oímos los mismos insultos que ha recibido el
Gobierno griego y que hemos recibido nosotros, o la misma
condescendencia de quien dice que su papel será solo el de ser una
llamada de atención pero que nunca podrá gobernar. Y, sin embargo, cada
vez somos más y más fuertes en Europa. Bienvenido, Jeremy.
Pablo Iglesias (
The Guardian)
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El
diario El País ha reproducido el artículo, publicado originalmente en
The Guardian, cambiando el titular sin avisar a su autor, según ha
afirmado el líder de Podemos. quien ha calificado el hecho como "poco
ético y elegante".