el ventano
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- El ladronzuelo que dejaba por escrito el motivo de sus robos: "Lo siento; puta necesidad"
- El (persistente) machismo en la izquierda y la 'hegemonía cultural' de Gramsci
- Susana, un mundo como dios manda
- Vuelve el Hiber, el río que nunca se irá
- La curiosa historia del hombre que dejó de bailar porque se mofaban de él
- Paseo (aleatorio) con mujer de fondo
- El PP se regenera con el 'Dúo Dinámico'
- Viñetadas: del cambio de piel a la asignatura de Religión
Posted: 07 Mar 2015 11:00 PM PST
Quien le había robado tuvo al menos el detalle de dejarle un mensaje con los motivos que le habían llevado a ello. El hecho se produjo en la madrugada de este viernes, cuando alguien forzó la persiana para entrar en una carnecería del mercado de Arrasate, Vizcaya. Tras recoger el poco dinero que encontró en la caja, se fijó en los quesos de la estantería, cogió seis y, antes de irse, dejó un mensaje escrito en las baldosas de la pared: 'Lo siento; puta necesidad". Fuente: 'cadenaser.com/emisora/2015/03/06/radio_bilbao/1425642043_914420.html' | ||
Posted: 08 Mar 2015 12:56 AM PST
Con los tiempos las palabras aparecen y desaparecen, pero algunos problemas permanecen. Pese a que por lo general nadie se muestra a favor de la discriminación de otras personas (por lo menos de forma abierta), a veces a nuestro pesar seguimos repitiendo conductas discriminatorias. Para entender un poco mejor este fenómeno, es importante prestar atención a un concepto que ha cobrado renovada vigencia: la hegemonía cultural. Inspirado en las lecturas de Lenin, una de las primeras personas en pensar y definir este concepto fue el filósofo y político italiano Antonio Gramsci. Ya a principios del siglo XX, Gramsci notaba que la dominación de una población puede llevarse a cabo de dos formas. Por un lado se puede imponer un sistema de gobierno, obligar a la ciudadanía a seguir ciertos parámetros de conducta, instaurar un sistema de intercambio económico, introducir un cuerpo de policía, etc. Es decir, establecer un sistema de dominación social por la fuerza. Aun así, Gramsci alertaba de que hay otra forma de control de lo social que es algo más sutil pero igualmente efectivo. Denominó como hegemonía cultural las formas con las que las elites establecen y regulan el gusto, definen criterios estéticos, validan ciertas tradiciones y no otras, normalizan ciertas formas de habla, etc. Es decir, regulan lo social a través de lo simbólico. Por eso el proceso revolucionario implicaría no tan sólo tomar las instituciones de gobierno (el parlamento, la policía, el ejército, etc.), sino también reemplazar la cultura de la clase dominante por la cultura de la clase dominada. Esta idea de hegemonía es sensata pero, si en un proceso revolucionario la nueva clase dirigente asume los gustos de la clase derrocada -su idioma o formas de habla, sus costumbres culinarias o formas de vestir-, seguramente va a reproducir una forma de sociedad muy parecida a la que ya existía. Ese proceso revolucionario pasa de ser un acontecimiento de emancipación social a lo que vulgarmente se viene llamando un “quítate tu para ponerme yo”. Por extraño que pueda parecer, esto ha sucedido y va a seguir sucediendo. Preocupados por entender mejor esta realidad, miembros de la escuela de Estudios Culturales de Birmingham y de forma más notable Stuart Hall, no podían dejar de preguntarse: ¿por qué sujetos que en lo político se declaran ideológicamente de izquierdas, en lo cotidiano reproducen tics reaccionarios en su comportamiento?¿Por qué los procesos revolucionarios no terminan con las formas de discriminación imperantes? En definitiva, intentaron dar respuesta a por qué las conductas de las personas traicionan sus principios ideológicos. Así se empezó a pensar la hegemonía como una suerte de subconsciente de la ideología, es decir aquellas ideas, actitudes u opiniones que uno lleva dentro y que afloran cuando menos se las espera. La hegemonía cultural es lo invisible, son todas aquellos anhelos, miedos, ideas, creencias, etc. que hemos ido acumulando y que operan dentro de nosotros muy a nuestro pesar. La hegemonía cultural escapa del discurso público y opera en un nivel mucho más sutil, porque la hegemonía es lo que va por dentro. Son esas ideas preconcebidas que nos acompañan y que nos permiten ver nuestro entorno cultural como algo normal. Son asunciones a las que no le damos mucha importancia pero que repetimos en momentos determinados. Está compuesta por un sistema de creencias y de valores que nos parecen de lo más normal. Para funcionar, la hegemonía ha de pasar desapercibida. Su poder reside en su invisibilidad. La hegemonía es lo que parece natural. Pero, al mismo tiempo, la hegemonía nos pilla a contrapié y nos delata. La hegemonía cultural es el cuñado que te sermonea sobre cuidados en la oficina mientras espera a que prepares los cafés. Aparece en el medio de comunicación que considera que la economía es un tema político y el aborto un asunto social. Es quien “invitaría a más mujeres a participar en la mesa redonda pero no conozco a ninguna que lo pueda hacer”. Es la izquierda que aun se estremece al leer “La Revolución Será Feminista o no Será”. Es el chaval que en clase, pese a no tener nada que decir, siempre se siente con derecho a hablar. La hegemonía son todas aquellas formas de discriminación que repetimos y afianzamos en microgestos, comentarios y actitudes y que, cuando alguien las señala, te obliga a responder: es que aquí siempre lo hemos hecho así. El machismo que impera y que se nos escapa viene de lejos. A los progres de la transición se les veía el plumero cuando bajaban la pancarta y llegaban a casa esperando encontrar a “su pareja” con la manos en la masa. La corrección política logró normalizar el uso de la arroba pero no logró cambiar los hábitos discriminatorios que invaden lo social. Los nuevos hombres sensibles que hablamos en plural femenino nos delatamos cuando somos incapaces de ceder el espacio de la visibilidad. El nihilismo hispter ayuda a camuflar que hay quienes se saben bien la teoría pero que aún no han aprendido a escuchar. Mientras tanto, la nueva política se sorprende a sí misma valiéndose de cuotas para compensar lo evidente: que pese a todo las estructuras de poder se definen en ambientes masculinos donde es más fácil fiarse de amigotes y de los compañeros de la facultad. Así la transformación social no pasa por establecer una contra-hegemonía, eso como mucho es una buena excusa para cambiar a quienes regentan ciertas instituciones. Para acabar con la hegemonía es necesario desnaturalizar, poner en evidencia lo invisible. Revelar dependencias del rumbo y las estructuras invisibles de poder. De esa forma, el cambio de hegemonía no tiene que ver con un cambio ideológico sino que implica una transformación de la sensibilidad. No va de soltar discursos eruditos sino de cambiar costumbres y modos de hacer. No es un trabajo en solitario sino una aventura de aprendizaje colectivo y social. Implica un cambio educativo y regulatorio, pero también de subjetividad ya que, al final, la hegemonía va por dentro, como una procesión lenta y tozuda con la que todos y todas nos tenemos que enfrentar. Hall, agudo observador, nos hizo entender que la cultura que emanaba de las clases populares lejos de ser una voz pura y única que transportaba los deseos de una clase oprimida, era un mejunje de ideas, deseos, tradiciones, miedos y fantasías que habían tardado mucho tiempo, quizás siglos en fraguarse. La cultura popular incluye crítica social, se burla de las clases dominantes, expresa la realidad de las clases trabajadoras pero también, puede ser profundamente reaccionaria, llena de lugares comunes y de prejuicios internalizados. Jaron Rowan: 'eldiario.es/cultura/feminismo/Hegemonia-cultural-procesion-va-dentro_0_363263948.html' | ||
Posted: 07 Mar 2015 03:17 PM PST
Al parecer, y según se ve en el vídeo promocional de la candidata socialista a la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en aquella tierra todo es perfecto: matrimonios al uso, con la parejita incluida, jóvenes vestidos para ir a misa, personas encantadas de vivir allí... No aparece nada que distorsione la 'normalidad' impuesta: no hay negros ni negras ni homosexuales ni moros ni madres solteras ni... Todos estos colectivos parece que no tienen lugar en el mundo ideado por Susana para Andalucía. Un mundo como dios manda. | ||
Posted: 08 Mar 2015 12:30 AM PST
Un análisis medioambiental con retazos de humanismo, junto a un viaje a vista de pájaro para recorrer la (hermosa y brutal) majestuosidad del río... 2.610 metros cúbicos por segundo ( m3/s) y 6,10 metros de altura. Con esas credenciales, muy próximas al caudal del Nilo, se presentó el Ebro en Zaragoza el pasado lunes. Las imágenes del río a su paso por la capital aragonesa eran impresionantes. Pero lo cierto es que, a pesar de la espectacular inflamación de su cauce, las dimensiones alcanzadas quedaban muy lejos de los 3.000 m3/s que llegó a rozar en enero de 1981 o de los 4.500 m3/s que superó en el invierno de 1961. Imagínenselo: más del doble que el mismísimo Rin. Si el agua es la sangre de la naturaleza y los ríos son sus venas, el Ebro es nuestra gran arteria aorta. Desde que nace en el pico Tresmares y emana en Fontibre (Alto Campoo, Cantabria) hasta que cede sus aguas al Mediterráneo en la Illa de Buda (Sant Jaume d’Enveja, Cataluña) recorre casi mil kilómetros de longitud dando forma a un gran ciempiés de agua que ocupa 85.000 Km² de superficie y atraviesa la mitad noroeste de la península creando el valle más fértil y algunos de los paisajes fluviales más espectaculares del sur de Europa. Pero eso era antes, cuando era río, cuando distribuía el agua tal y como lo dispuso la naturaleza y con un único objetivo: producir vida. Ahora no. Ahora lo hemos convertido en el Ebro S.A. Desde que los especuladores urbanísticos y financieros gestionan su cuenca, el Ebro ha pasado a convertirse en un canal de servicios agrícolas, industriales y urbanos. Un instrumento para obtener beneficios a base de actuar contranatura y contra el sentido común: campos de golf en mitad de secarrales, polígonos industriales donde antes habían bosques de ribera, inmensos regadíos donde la naturaleza dicta cultivos de secano, urbanizaciones colmadas de piscinas en páramos desérticos… ¿El agua de la naturaleza? ¿Caudal ecológico? ¿Ecosistemas fluviales? Eso era antes, cuando el viejo Hiber que nos dio nombre era un río libre, salvaje y al servicio de la naturaleza. Ahora no, ahora el Ebro es un río canalizado, teledirigido y trabaja en exclusiva para nosotros. Pero el Ebro está agotado de mantener ese papel. No puede más. Según los expertos en circunstancias normales debería estar aportando a su delta un caudal de hasta 18.000 h m3 al año con su correspondiente carga de sedimentos. Sin embargo desde hace décadas ese aporte apenas alcanza los 5.000 h m3 de agua. Un agua que llega a Amposta sin apenas lodos, filtrada por las más de 200 esclusas, presas y barreras de todo tipo que obstaculizan y peinan su cauce reteniendo los posos. Un caudal estéril incapaz de mantener su plataforma deltaica, que se desmenuza lentamente en el mar. Porque lo cierto es que el Ebro llega a su tramo final tan exhausto que ya no desemboca en el Mediterráneo: es el Mediterráneo el que sube por su cauce. La falca salina, la proporción de agua marina que se adentra en el río y lo remonta, llega ya hasta Tortosa, a casi cincuenta kilómetros de la desembocadura. Pero cuando la pluviosidad le es favorable el Ebro recupera el Hiber que lleva dentro y pega un manotazo en el mapa para redibujar su viejo cauce. Desatiende las señales de stop de las esclusas, no respeta los ceda el paso de las acequias, salta por encima de los puentes, inflama los pantanos y se desparrama por campos, pueblos y carreteras. Nos recuerda que es un río y que un río es, antes que cualquier otra cosa, naturaleza. Llevamos demasiado tiempo faltándole al respeto. Hemos desobedecido todas las normas de convivencia que exige el aprovechamiento sostenible de sus aguas. No estamos gestionando los recursos que nos ofrece de manera responsable. Y cuando el renace el Hiber nos llevamos las manos a la cabeza y buscamos a los culpables de su acometida. Pero el único culpable es nuestra soberbia. En los últimos tiempos nos hemos convertido en auténticos “okupas” del río. ¿Quién decidió cultivar esos campos por debajo de su cauce o que la altura del puente de la carretera debía de ser precisamente esa? ¿A qué insensato se le ocurrió urbanizar su ribera e incluso construir su casa o su negocio en pleno cauce? ¿De verdad vamos a hacer responsable de todos los males al río, un río que lleva avisándonos con sus crecidas desde hace siglos? Mi compañero y amigo Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, ha sido categórico a la hora de señalar la verdadera causa de los daños causados por las inundaciones y, tras expresar su solidaridad con los afectados, ha destacado que “la única forma de prevenir el riesgo es respetar la naturaleza de los ríos en lugar de intentar dominarlos y controlarlos”. Para WWF los graves daños causados por la última crecida del Ebro son consecuencia del flagrante incumplimiento de la Directiva Marco del Agua y la Ley de Aguas española y por la lenta aplicación de la Directiva Europea de Inundaciones, una normativa que defiende la soberanía del río sobre su cauce y en aplicación del más elemental sentido común propone “trabajar con los ríos, no contra ellos, para reducir los riesgos”. No se trata de postrarse, sino de respetar al Ebro. Atender a sus requerimientos de espacio, dejar de profanar sus riberas y de planificar sin contar con él. Debemos avanzar hacia un uso más responsable de sus aguas, un uso basado en la eficiencia y el conocimiento compartido para tomar buena nota de por dónde ha pasado el Hiber, porque volverá a hacerlo. José Luis Gallego: 'eldiario.es/zonacritica/Ebro-sigue-Hiber_6_363673660.html'
Vídeo de Fernando Tomás (zomass)
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Posted: 07 Mar 2015 01:51 PM PST
Un hombre se puso a bailar en un local en Londres y unos imbéciles comenzaron a mofarse de él mientras le sacaban fotos, tras lo que Sean decidió dejar de hacerlo. Poco después, los mismos imbéciles colgaron en la red las imágenes para seguir con la 'broma'. Pero la red tiene reacciones inesperadas a veces. En pocas horas, las fotos se inundaron de cientos de comentarios criticando a los susodichos imbéciles, y una chica (Cassandra) tuvo la iniciativa de convocar a través de Twitter, con el hashtag #FindDancingMan, una fiesta privada donde Sean pudiera bailar con todas las chicas que quisieran asistir. Dos días después, cientos de muchachas se habían apuntado a la fiesta del bailarín, para la que también se han recaudado fondos a través de la red. El hombre, con su generosa barrigota, ha dicho que le encantará viajar a Los Ángeles para participar en el multitudinario baile.
Anyone know this man or who posted this? There's a huge group of ladies in LA who would like to do something special pic.twitter.com/DGbu3AXOrB
Fuente: 'lalengua.info/2015/03/el-bailon-mas-entranable-del-mundo/' | ||
Posted: 07 Mar 2015 12:32 PM PST
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Posted: 07 Mar 2015 08:04 AM PST
Próxima campaña "Ya es primavera" en el Corte Inglés.pic.twitter.com/IOPKmhJkKE
<blockquote class="twitter-tweet" lang="es"><p><a href="http://t.co/GcMXfLedjl">pic.twitter.com/GcMXfLedjl</a></p>— GuillermodelPalacio (@13370N3) <a href="https://twitter.com/13370N3/status/573925837617111041">marzo 6, 2015</a></blockquote> <script async src="//platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script> <blockquote class="twitter-tweet" lang="es"><p>Aguirre y Cifuentes... El muy resplandeciente futuro de Madrid JAJAJA <a href="http://t.co/CbFuDc5wKE">pic.twitter.com/CbFuDc5wKE</a></p>— Esppeonza (@EsppeonzAguirre) <a href="https://twitter.com/EsppeonzAguirre/status/573959587407265793">marzo 6, 2015</a></blockquote> <script async src="//platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script> <blockquote class="twitter-tweet" lang="es"><p>Cifuentes & Aguirre, dos jóvenes promesas genovesas. Suman 24 y 32 años ocupando cargos públicos. Toda una vida...... <a href="http://t.co/e7G6c7zJkW">pic.twitter.com/e7G6c7zJkW</a></p>— Los Genoveses (@LosGenoveses) <a href="https://twitter.com/LosGenoveses/status/573957213003333634">marzo 6, 2015</a></blockquote> <script async src="//platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
El PP celebra el Día de la Mujer designando a dedo (el de Rajoy) a sus dos candidatas por Madrid "Pa feminismo, el nuestro", ha dicho Soraya
<blockquote class="twitter-tweet" lang="es"><p>Con este par, ¿cómo no vamos a querer la <a href="https://twitter.com/hashtag/UnidadPopular?src=hash">#UnidadPopular</a>? <a href="https://twitter.com/AhoraMadrid">@AhoraMadrid</a> <a href="https://twitter.com/GanemosMadrid">@GanemosMadrid</a> <a href="https://twitter.com/podemosmad">@podemosmad</a> <a href="https://twitter.com/IUCM">@IUCM</a> <a href="https://twitter.com/cxmadrid">@cxmadrid</a> <a href="http://t.co/AYLZwCYa7G">pic.twitter.com/AYLZwCYa7G</a></p>— EQUO Madrid (@equomadrid) <a href="https://twitter.com/equomadrid/status/573944813684416512">marzo 6, 2015</a></blockquote> <script async src="//platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script> | ||
Posted: 07 Mar 2015 03:50 AM PST
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ANTÓNIO FONSECA
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